jueves, 12 de septiembre de 2013

Pensamiento abstracto: haciendo simple lo complejo


Por: Alma Dzib Goodin & Daniel Yelizarov

Tal pareciera que ahora todo es inteligente ya que existen teléfonos inteligentes, televisiones inteligentes y hay un algoritmo para todo. Las matemáticas y la física comienza a inundar nuestras vidas ¡de maneras insospechadas!, pero al mismo tiempo, existen menos estudiantes interesados en las carreras científicas, particularmente la física y la matemática.

¿Qué hace tan complejo este cuerpo de conocimientos?, ¿son demasiado abstractos?, ¿cómo podemos hacerlos accesibles?, ¿existen personas elegidas para estas áreas?, ¿porqué son tan problemáticas para la educación?.

Tal pareciera que por un lado nada tienen que ver con el entorno de la mayoría, sin embargo, si deseamos resolver problemas en el mundo moderno, las personas en general requieren de la habilidad de razonar y comprender sistemas complejos. Aun cuando parezca simple usar un teléfono inteligente, solo hay que tocar un ícono y mil cosas suceden, es importante determinar la naturaleza de la tarea a realizar y hacerlo lo más práctico y eficientemente posible.

El mundo moderno nos pide información y tomas de decisiones en tareas tan cotidianas como comprar leche. ¿Quién no se ha sentido perdido cuando le piden comprar leche?, ¿qué tipo de leche?, ¿deslactosada?, ¿con sabor?, ¿baja en grasa?, ¿al 2%?, ¿leche con mucha grasa?, ¿leche de soya?, ¡solo de ver las opciones cualquiera se vuelve loco con la información!.

Éste es solo un ejemplo simple de la cantidad de variables que todos los días se procesa e investigaciones recientes prueban que todo esto se aprende desde muy pequeños y que todo esto puede y debe ser empleado en la enseñanza de ciencia desde edades muy tempranas.

Pero vamos por partes ¿qué hace especiales a aquellos que logra comprender el pensamiento abstracto o complejo?, la respuesta quizá le parezca absurda, de hecho lo es: Lo más difícil de la comprensión del pensamiento abstracto o complejo es hacerlo simple.

Los expertos aprenden a jugar con la información, reconociendo aquella relevante y separándola de la irrelevante, creando patrones de respuesta a partir de cadenas lógicas de tareas, ¿suena a que no es tan sencillo?, bien solo recuerde los pasos que siguió para encontrar este escrito y comenzar a leerlo. Para ello emplee un proceso que le permite seguir sobre sus propios pasos la cadena de eventos previos para llegar a la meta de una tarea. Este proceso se llama metacognición.

Hemos mencionado en distintos foros que el éxito en cualquier área, llámese científica, deportiva o artística no depende de la inteligencia como nos han hecho pensar, ese mito se rompe bajo el valor de algo mucho más poderoso: la motivación.

Cuando las personas dejan  de pensar que no son aptas para una tarea, intentan establecer sus propias cadenas de respuesta y llegan a un resultado exitoso, son capaces de repetir esa tarea, en ocasiones de manera adictiva, pues se sienten aptos para ello. En ese momento habrán encontrado su talento. Son capaces de hacer explicito lo implícito, toman el control de las acciones y comienzan a diseñar los pasos pertinentes para lograr las tareas.

Tomemos el ejemplo de las ciencias complejas, como la física o la comprensión del lenguaje matemático. El primer encuentro puede parecer ríspido, no se comprende el mensaje, pero una vez que se llega a comprender, es como leer el lenguaje natural.
Así que lo más importante para hacer simple lo complejo es: comprender la tareas, incluyendo el lenguaje de la misma.

El otro paso es comprender el valor de la imaginación. En física hay muchas cosas que no se pueden ver o tocar en la realidad, solo se imaginan a partir de un lenguaje sistemático. Un ejemplo es la teoría de la relatividad, que no pudo ser comprobada hasta que se tomó la fotografía de un eclipse y fue obvia la curva de luz producida sobre los objetos. Pero para llegar a esa comprobación,  primero se tuvo que imaginar el efecto y buscar un fuente para observar dicho fenómeno.

El siguiente paso es romper la idea de que solo unos cuantos pueden ser elegidos para las áreas de ciencia, o que las mujeres no pueden ser investigadores, o que los mejores maestros son mujeres. ¡Vamos!, ¿en qué libro dice que no podemos abrir brecha?, ¿cómo sabemos que no es posible si no lo hemos intentado?.

La ciencia tiene muchas áreas que han sido dibujadas de mala manera por unos cuantos, pero si se es capaz de encontrar la simpleza de las variables, imaginar las posibilidades, unir los puntos y crear cadenas de respuesta sistemáticas, como lo hacemos cada día, ¿por qué no darse la oportunidad de demostrar que cualquiera puede hacer ciencia?, hay un gran futuro por delante cuando se elije el camino correcto.

No hay elegidos por la ciencia, hay quienes eligen a la ciencia y encuentran mucha diversión, porque contrario a esa imagen de que el científico es un nerd frustrado con las cosas mundanas, y se complica la existencia cuando se le pide leche y no se le dice exactamente que tipo de leche se desea, ¡no sabemos que marca es la mejor!, después de todo leche es leche, ¿no?

REFERENCIAS:

González García, J. (2013) Imagination: A creative tool to achieve meaningful understanding of new information. Global Journal of Human Social Science Linguistic & Education. 13 (8) 70-79.

Gopnik, A. (2012) Scientific thinking in young children: Theoretical advances, empirical research, and policy implications. Science. 337 (6120) 1623-1627.

Joyner, DA., Majerich, DM., & Goel AK. (2013) Facilitating authentic reasoning about complex systems in middle school science education. Procedia Computer Science. 16.  1043-1052.

Kim, YR., Park, MS., Moore, TJ., Varma, S. (2013) Multiple levels of metacognition and their elicitation through complex problema-solving task. The journal of Mathematical Bheavior. 32 (3) 377-396.

Luna Hogan. D. (2013) Mirando a través de la física. Disponible en red: http://centrodeasesoriasytutoriasenlnea.blogspot.com/2013/08/mirando-el-mundo-traves-de-la-fisica_23.html

Silvia, PJ., Beaty, RE., & Nusbaum, EC. (2013) Verbal fluency and creativity: General and specific contributions of broad retrieval ability (Gr) factors to divergent thinking. Intelligence. 41 (5) 328-340.

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